Despertar ese par de mañanas contigo valieron la pena, sentir el calor de tu cuerpo y tu erección en mi trasero. Besar tus labios, mi primera decisión matutina, fue un placer, tu dulce saliva tenía mejor sabor que mi primer café con leche diario.
El desear, el soñar que iba a ser mas que un par de mañanas…
Ese dulce olor que emanaba de tu almohada, tus ojos azules en contra luz con la mañana, beso tras beso, valía la pena.
Tus manos en mis muslos subiendo a mi sexo, tu mirada entre mis piernas, decías que mi sabor era mejor que cualquier cigarro matutino, y aunque conozco el sabor y la calma que trae el primer cigarro de la mañana, decidí creer lo que decías.
Ya han pasado varias mañanas que no escucho tu tono en mi celular… Pero no puedo negar que valió la pena fingir que algo podía comenzar a reconstruir mi ser que ha sido derrotado más de un par de veces, varias mañanas, noches… días.
👏👏👏
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